La Vertical Humareda de Flores Venenosas

la silla que nadie quiso,
la flor más venenosa
creció en el entrepiso
Estudiosos de la jerga
de los rincones más oscuros,
facinerosos en juerga
renegando su futuro
Vendedores de lo mismo
que matará a sus hijos,
negociantes del abismo
Viviendo en escondrijos
Miserables sin apuro
por la muerte que avanzan,
se creen los tipos duros,
más con pistolas se tranzan
La vertical humareda
despedía la conciencia
maldiciendo lo que queda
entre el amor y la ciencia.
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